Los viejos mitos siempre vuelven
10 enero 2020
Luces tenues a la luz de las estrellas. Velas encendidas, se han hecho los sacrificios y se han recitado los encantamientos. Se abren los portales y el Primigenio invocado se abre camino hasta nuestra realidad, trayendo consigo locura y destrucción. La Humanidad está condenada… ¿o no? Un grupo de investigadores han encontrado una pequeña fisura en la armadura prácticamente invulnerable de un dios inmortal, y tienen tan solo una oportunidad de acabar con él y salvar al mundo de un destino horrible.
Cthulhu: Death May Die es el nuevo juego creado por Eric M. Lang y Rob Daviau, ambientado en los relatos del autor H.P. Lovecraft. La creación de los monstruos, descritos a menudo como indescriptibles, ha estado en manos del artista Adrian Smith, las ilustraciones de los investigadores ha recaído en Karl Kopinski, y las miniaturas del juego han sido esculpidas bajo la guía y dirección de Mike McVey. Todos los involucrados en la creación de este juego son reputados profesionales en sus campos, y una colaboración así no se ha visto antes en el mundo del juego.
En Cthulhu: Death May Die, los jugadores deben cooperar como investigadores que intentan derrotar a un Primigenio que ha sido invocado en nuestro mundo. Ya es demasiado tarde para intentar detener la invocación y que el dios irrumpa en nuestra dimensión, pero quizá no sea demasiado tarde para encontrar alguna debilidad y aprovecharla en el momento adecuado. Los jugadores tendrán que enfrentarse a enloquecidos sectarios, luchar contra grotescas monstruosidades y buscar indicios que les permitan salvar el mundo.
Cada episodio tiene su propio mapa personalizado, hecho con las piezas modulares del juego, y presenta a un Primigenio diferente en cada uno, con sus propios sectarios y monstruos que forman su acompañamiento. Cada investigador también es único, con habilidades especiales y poderes que les dan cierta ventaja. Este juego lleva hasta tu mesa el mundo surreal y tenebroso de H.P. Lovecraft.