Bienvenido a la jungla
20 febrero 2017
Los Mûmakil es la aventura que inaugura el ciclo Los Haradrim para El Señor de los Anillos: El Juego de Cartas. Nos encontramos con algunos de los mayores héroes de la Tierra Media atrapados en el sur de Harad, a cientos de kilómetros de Gondor. Rodeados por tierras de orcos y otras criaturas leales al Señor Oscuro de Mordor deben encontrar la manera de cruzar el desierto y atravesar la selva para alejarse de allí. A su favor tienen la amistad de una pequeña tribu de Haradrim que se ofrece a servirles de guías hasta que alcancen las puertas de Gondor. Para ello, no obstante, antes necesitarán montura y no hay otra mejor disponible que un Mûmakil.
Para domar a una de estas bestias debes adentrarte, por primera vez, en la selva. Exponerte a los riesgos que entraña, sus misterios y peligros a los que te debes enfrentar sin bajar un segundo la guardia para no sucumbir ante el desafío de capturar y doblegar a un Mûmakil de Harad.
Al tiempo que este nuevo escenario de Los Mûmakil expone a los héroes y sus aliados a nuevos retos y depredadores propios de la jungla, muchas de sus cartas de jugador ofrecen nuevas formas de afrontar con seguridad estas encrucijadas. Para jugar esta primera aventura del ciclo de Haradrim, que revisita una serie de mecánicas de juego e introduce el rasgo Harad, necesitas la expansión deluxe Las arenas de Harad.
El viaje que los héroes y sus aliados Haradrim encaran es largo y tortuoso, imposible de completar sin descanso. En consecuencia, es posible que encuentres la posibilidad de romper una pipa enana, especialmente si has pasado un día en la mina con tus mineros Zigil. Los Enanos lo apreciarán, claro, pero también Bilbo Bolsón, el resto de tus Hobbits, Gandalf y cualquier otro personaje propenso a soplar Anillos de Humo. Haciendo una pausa en el camino para fumar estas pipas no es la manera más rápida de avanzar a través de la selva pero te puede ayudar a reducir tu amenaza hasta ocho en una sola jugada.
¿Cientos de kilómetros de territorio hostil? ¿Una bestia imposible de domar? ¿A qué estamos esperando para emprender la aventura de Los Mûmakil?